sábado, 10 de noviembre de 2012

EL VIAJE A ÁFRICA Y LA ESCALA DE GRISES

 Me vais a permitir que cuelgue esta carta sobre los sentimientos, dudas, instintos y todo lo que se os ocurra, que surjen en todos y cada uno de los viajes que hacemos todos los años a Africa.
Gracias Rocío. Un beso muy fuerte...
Por supuesto no puede faltar la selección musical en forma de vídeo.... el título lo dice todo...


Como no tengo blog y además, lo prometido es deuda, aquí estoy delante del ordenador con la pantalla en blanco y por supuesto con una copita bien fría (gracias a la última aportación del Dr. Martínez al cofrecito de la 11).
Realmente, os confieso que esto empecé a escribirlo en un folio cutre y húmedo, mientras todos los demás dormíais, en una plácida sobremesa guineana, con tormenta africana como inspiradora. Comenzaba al mas estilo Bolañero así: "Salón de la casa de huéspedes, Aldeas infantiles SOS, Bata, Guinea ecuatorial, octubre de 2012..." Lo que escribí a continuación me puso el nudo en la garganta e hizo que se me saltaran las lágrimas. Demasiado dramático pensé. Para escribir no sólo se necesita inspiración, sino que a veces es necesario coger perspectiva, y no sólo distancia temporal, sino que tratándose de África también se necesita distancia física. Así que rompí el papel, pasé de canción, miré por la ventana y apareció Georgina.

Me he preguntado un millón de veces que tiene África que no tenga otro sitio. África engancha, pero ¿por qué? ¿Es por el clima o el paisaje? No lo creo. Conozco otras selvas tropicales (aunque no sean "sentroafricanas") incluso sin malaria y de allí la gente sale por patas. ¿Es por los negros?... Menudos hijos de puta los negros. ¿Entonces, es por las negras?... Vale, le daré 1 gallifante a las negras. ¿Es el olor, la luz, los sonidos, la música?... Otro gallifante, pero tiene que haber algo mas.
Es difícil ponerlo en palabras. Yo apuesto a que tiene que ver con los instintos. Alguna vez lo hemos hablado. Los blancos vivimos en un mundo de reglas morales de siglos de calado. Cierto es que estas reglas nos han organizado y limpiado las calles para que nuestros hijos no se mueran de diarrea. Pero nuestro estilo de vida ha dado la espalda de alguna manera a los instintos. Somos animales y no lo podemos evitar.
De repente te bajas de un avión y no sólo te da una bofetada la humedad del 100%, sino que de un plumazo todo esta permitido. La ley del mas fuerte o del mas influyente, la atracción mas lasciva, el odio mas atroz, la violencia, los amores mas intensos, se palpan a cada paso. Si quiero comer, como. Si quiero dormir, duermo. Si te odio, te hago daño. Si me hace gracia, me río. Si no, pues no. Si quiero algo, lo cojo. Si para ello hay que mentir, miento. Si estoy buena, voy desnuda. Si quiero follar, pues eso. El mundo entero se mueve por follar. Y cuando llevas allí 24 horas te sientes vivo. Les odias probablemente, pero te contagian la intensidad de sus instintos y te sientes vivo. Inconscientemente te das cuenta de lo que el blanco ha ido dejando en el camino del progreso y lo echas de menos. Te cala la condición humana que en "nuestro planeta" no está permitido desarrollar.
También había pensado en lo que puede influir en el ensimismamiento del blanco la cultura "sentroafricana". El que te hablen de amuletos, dones, rituales, espíritus de la naturaleza, los miedos mas absurdos, puede resultar curioso. Ahora, una vez dominado el tema, no lo veo razón suficiente para querer a toda costa que se te caigan los dientes por allí. Me quedo con los instintos.

Carlitos, hablemos ahora de la felicidad (límpiate las gafas...). Hablar de la felicidad ya quedó patente que es demasiado complicado. Cada uno que se la gestione como pueda. Aún así, ya que abrí la caja de Pandora, me arriesgaré a compartir con vosotros alguna reflexión. Conforme te haces mayor y conoces y vives y vas a África, y vuelves a África, te das cuenta de que nada es ni blanco ni negro. Que por supuesto Blancanieves no existe. Y el príncipe menos. Le he dado mil vueltas y he borrado este párrafo ya unas cuantas veces pero me atreveré a dividir la felicidad en varios tipos:
-. Felicidad extrema, a picos o intermitente: La definiría como aquella que te hace volar. Sería la fase de enamoramiento que espero que todos hayáis vivido alguna vez. Todo es lo mas. No necesitas ni comer ni dormir porque te sientes en lo mas alto de la montaña rusa. Pero como su nombre indica, es intermitente y dura poco. Gracias a dios. No creo que nadie pueda mantenerse cuerdo en esta fase de por vida. Hay personas que no entienden la vida sin una constante felicidad extrema pero que yo sepa, siempre acaban mal.
-. Felicidad lineal: A la que aspiramos la mayoría. No sé si este tipo existe en África porque hay que currársela, pero yo diría que es cuando uno está tranquilo. Todo está bien. Valoras lo que tienes y lo disfrutas lo máximo que se puede. ¿Podrías tener más? siempre, pero no lo necesitas. Hay que trabajársela porque implica un día a día, conseguir una rutina,  con sus premios y sus renuncias. El único problema es que de vez en cuando se necesita volver un rato a la fase anterior, por eso que decía al principio de sentirse vivo y esas cosas. Por que si no, un día te despiertas y te dices ¿qué coño hago yo aquí? y si no encuentras respuesta en unos días corres el riesgo de pasar a la siguiente fase.
-. Ni una cosa ni la otra: Cuando no consigues, aunque sea de higos a peras, aunque sólo dure un ratito, la felicidad a picos dentro de tu felicidad lineal, entras en esta fase. Peligrosa. En este punto puedes salir airoso y encontrar otra salida para volver a la fase anterior ó como dice una gran amiga mía alquilarte un pisito en NIFE (centro de la tierra formado por níquel y hierro para los que estudiamos E.G.B.) o peor aún comprártelo y depender de esa hipoteca toda tu vida. No sé si alguno habréis estado alguna vez en NIFE pero yo sí, y os aseguro que no es el mejor lugar para mudarte a vivir. Por suerte, sólo alquilé un estudio casi sin cocina y salí mas o menos airosa. Luego he visitado aquellas tierras alguna que otra vez pero sólo me he quedado unos días en un hotel. Mi amiga sostiene que nadie tiene una vida completa si no ha pasado antes en NIFE aunque sea sólo una noche. Yo no sabría que opinar.

Bueno chicos, creo que he escrito suficiente por hoy. Sabed que no es necesario que os haya gustado y que no espero que estéis todos de acuerdo con todas estas rayadas mías, pero prometí que escribiría una muestra y aquí está.
Gracias por dejarme compartir con vosotros momentos inolvidables.

Solo me queda decir:
¡¡¡¡¡¡¡PADRE BOTOCOOOOOOO!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿DÓNDE ESTÁ MI TORRRTUGA CARRRREY?!!!!!!!!!

GRASSSIASSSSSS Y BESOS A MONTONES
ROCI

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